Desde la cima

La satisfacción del deber cumplido, la emoción del paisaje, el olor de la tranquilidad absoluta, el sentimiento de superación, en fin, cualquiera que sea la razón, vale la pena subir la montaña.
 
En el camino habrá que recoger piedras para luego poder usarlas como apoyo, nadar entre aguas turbulentas, correr para huir de los animales peligrosos (por ejemplo el hombre),  utilizar la brújula de la intuición para poder encontrar el camino correcto, aprender a perderse por los senderos de lo desconocido, parar para descansar y recargar energías, tomar fotos para el recuerdo; pero ante todo, mantener la meta, porque siempre será más fácil retroceder al terreno seguro que seguir escalando en el camino incierto.
 
Cada caída es una oportunidad de levantarse, cada paso dado es uno menos para la cima, cada gota de sudor es la muestra del esfuerzo, cada lágrima y cada sonrisa habrán valido la pena cuando al mirar atrás se vea el camino recorrido y el logro alcanzado.
 
Es en algunas partes árida en otras llena de energía, además tiene la capacidad de albergar en ella otras vidas. Hay diferentes tipos de ella, unas grandes e imponentes, otras pequeñas y muchas veces desconocidas, pero todas iguales de importantes para su fin. Pocas personas pueden llegar a la cima de las más altas, porque pocas son las perseverantes. En su exterior está rodeada de otros seres, todos muy diferentes entre ellos, pero que la ayudan a ser lo que es; por otra parte, en su interior está llena de fuerza, esa que le permite estar en este mundo llamado tierra, a pesar de las adversidades. Y como todo, llegará el día en que se transformará para dar espacio a nuevas creaciones de la naturaleza. Y no, no hablo de la montaña, hablo de la vida.
 
En este viaje, seguro encontrarás opositores, críticas, tropiezos, otras opciones y muchos otros percances, pero hoy desde mi cima, y recordando a quien fuese (después de mi mamá) mi inspiración para escribir, les recuerdo sus palabras "la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla" Gabo (QEPD), por eso asegúrense de que cada uno de sus recuerdos esté lleno de felicidad, de energía y sobre todo lleno de amor. Asegúrense de llegar a su cima.
 
Les dejo esta panorámica desde la cima del Lone Peak en Montana, Estados unidos, tomada a 11,166 pies de altura. La cima de la montaña física más alta en la que he estado, porque en mi propia montaña cada día sigo escalando a una nueva cima.
 
 
 
Pd: En mi próximo post les hablaré de esa flaquita que nos iguala a todos, la muerte.
 
 

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